La productividad de cualquier organización depende del trabajo en equipo.

Un equipo se puede describir como dos o más personas trabajando juntas por un objetivo común. El “equipo” puede ser expresado o implícito, pero independientemente de esto, la productividad de todo negocio será el resultado de la efectividad del esfuerzo colaborativo e interdependiente de sus miembros.

El trabajo en equipo puede ser regular, bueno o excelente, pero realmente no existe el “mal” trabajo en equipo. En general, asociamos lo opuesto al trabajo en equipo con la competencia entre áreas, la falta de cooperación o apoyo, y la ausencia de productividad. Hoy en día, las organizaciones que se esfuerzan por administrar y hacer crecer su negocio a menudo tienen dificultades para crear equipos de colaboración sólidos.

La respuesta es un concepto sencillo que requiere cierto esfuerzo en desarrollar: la confianza. Se trata del agente de unión que proporciona la base sobre la cual se construye la armonía, la productividad y el éxito.

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En la actualidad, la unidad y la armonía al interior de las empresas no se están desarrollando como valores centrales porque existe una inminente falta de confianza vertical y horizontal: Los empleados no confían en que otros líderes o miembros de equipo los respalden en asuntos que promuevan la tranquilidad en el lugar de trabajo. Ante la ausencia de esta “paz mental”, resulta un lugar de trabajo en donde las personas “sueñan” con una situación ideal, pero continúan mirando por encima del hombro y se distraen de lo que se les paga por hacer.

Entonces, ¿cómo construir una confianza organizativa que detenga el “sueño” y construya un equipo real para apoyar el éxito del negocio?

Entienda las perspectivas y motivaciones de su gente

Algunas personas tienen confianza natural o fe en que otras cumplirán con las expectativas acordadas. Estas personalidades confiadas pueden comprometerse rápidamente con la causa del grupo; les brindan a otros el beneficio de la duda y entienden que sus necesidades y objetivos se pueden lograr mejor a través de la colaboración. El reconocimiento de estos “team players” natos es muy importante para el logro y la cohesión del equipo. Desafortunadamente, es raro encontrarse con este tipo de perfil dentro de la organización promedio.

El desafío consiste en trabajar con el perfil opuesto, con las personas que no tienen confianza natural o los escépticos, que representan a la gran mayoría de los miembros de equipo. Muchos de ellos afirman que efectivamente son “team players”, pero realmente no confían en el trabajo y la responsabilidad de los demás. Los escépticos están preocupados por la vulnerabilidad y están atentos a las oportunidades de promover sus prioridades personales incluso a costa de otros. Entonces, la conversión de los escépticos a “team players” determina en última instancia el éxito de cualquier equipo de trabajo.

Una vez eliminada la desconfianza, asuma que todos los que quedan son escépticos y deben ser ganados uno por uno

No es necesario condenar a los escépticos. Por el contrario, la colaboración en equipo no es un comportamiento natural para ellos y debe ser aprendido.

Para convertir a los escépticos en colaboradores al interior de y entre equipos, es preciso comunicar contundentemente que trabajar en equipo genera mayor productividad, seguridad y es una experiencia más gratificante una vez se logren las metas. Es preciso comunicar la expectativa de hacer más con menos en un sistema de colaboración interdisciplinaria y reconocer a quienes lo dan todo por el equipo. Asimismo, la mejor manera para que un líder demuestre compromiso con el trabajo en equipo es participar como miembro de un equipo (sin ser el líder), demostrando que puede confiar en los demás y es digno de confianza.

Poniendo todo junto

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Para vender la visión del equipo basada en la colaboración y responsabilidad interdisciplinaria es necesario crear una menor dependencia de los talentos de los “high-performers” y confiar más en lo que no suele ser la norma: trabajar en equipo.

El éxito, el crecimiento y el desarrollo en los negocios no pueden basarse en el “sueño” o escenario ideal que tienen las personas al interior de una organización, pero estos objetivos están ciertamente al alcance de cualquier equipo interdependiente (e idealmente interdisciplinario) que basa sus procesos y formas en la plena y total confianza entre sus miembros.

Alonso B.